Maldad frustrada

Me desperté sobresaltado a las 5 de la mañana por Nancy. Su presencia inesperada me sorprendió; nunca se levantaba tan temprano. Su rostro estaba serio, pero su voz llevaba una extraña emoción.

—Sebastián quiere verte —dijo.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar su nombre. Rápidamente me levanté de...