Capítulos
1. Capítulo 1 ~ Invocaciones inesperadas
2. Capítulo 2 ~ Desayuno y un sueño revelador
3. Capítulo 3 ~ Una confrontación y una visión
4. Capítulo 4 ~ Preparándose para mudarse
5. Capítulo 5 ~ Otro encuentro, un recuerdo y un abuso
6. Capítulo 6 ~ ¿Es él mi salvador?
7. Capítulo 7 ~ No estás a salvo; ¡Tenemos que correr!
8. Capítulo 8 ~ Un plan de acción
9. Capítulo 9 ~ ¡CORRE!
10. Capítulo 10 ~ Un enlace roto y un descubrimiento
11. Capítulo 11 ~ Silver & Wolfsbane
12. Capítulo 12 ~ Adiós, mi amor
13. Capítulo 13 ~ Dolor y castigo
14. Capítulo 14 ~ Calor
15. Capítulo 15 ~ Un invitado inesperado y suministros
16. Capítulo 16 ~ Revelaciones
17. Capítulo 17 ~ Actualización e introducción
18. Capítulo 18 - Verdad
19. Capítulo 19 ~ Ivory & Our Mate
20. Capítulo 20 ~ Seguridad
21. Capítulo 21 ~ Odio a los Rouges
22. Capítulo 22 ~ Descanso
23. Capítulo 23 ~ Discusiones
24. Capítulo 24 ~ Marcado
25. Capítulo 25 ~ Lock & Key
26. Capítulo 26 ~ Rechazo
27. Capítulo 27 ~ Celos y chispas de amor
28. Capítulo 28 ~ Adiós y una sorpresa
29. Capítulo 29 ~ La revelación y los aliados del pasado
30. Capítulo 30 ~ Nueva información
31. Capítulo 31 ~ Reunión, parte 1
32. Capítulo 32 ~ Reunión, parte 2 y un feliz anuncio
33. Capítulo 33 ~ ¡Oh, diosa, sí!
34. Capítulo 34 ~ Sueños, parte 1
35. Capítulo 35 ~ Sueños, parte 2 y desayuno
36. Capítulo 36 ~ Una orden
37. Capítulo 37 ~ Protección
38. Capítulo 38 ~ Chantaje
39. Capítulo 39 ~ Llamada telefónica
40. Capítulo 40 ~ Permiso
41. Capítulo 41 ~ Prueba
42. Capítulo 42 ~ Tentador
43. Capítulo 43 ~ Tímido
44. Capítulo 44 ~ Primero
45. Capítulo 45 ~ Relajación
46. Capítulo 46 ~ Secretos
47. Capítulo 47 ~ Montaje
48. Capítulo 48 ~ Un ajuste perfecto
49. Capítulo 49 ~ Vuelo y llegada
50. Cuarenta y seis ~ Explorando nuevas intimidades»
51. Cuarenta y siete ~ Un sueño de destino
Alejar
Acercar
Capítulo 38 ~ Chantaje
Alexzander
Me vestí con la ropa que Bell me había dado. Noté que los pantalones cortos eran un poco ajustados y la camiseta no me quedaba bien, se quedaba por encima del ombligo.
—¿Qué demonios nos dio Izabella para ponernos? —le pregunté a Titan.
—No estoy seguro, solo agarré la bolsa que ella m...
