Capítulo 16.

Emergimos del agua y enseguida me sujeté a él con todas mis fuerzas.

Me había preguntado si podía aguantar la respiración, nunca preguntó si es que sabía nadar.

No lo hacía, así que el grito aterrado que cubrió con una de sus manos había salido de lo más profundo de mi pecho.

Escupí el agua que h...