Capítulo 52.

Cuando terminé de derramar mis entrañas, Megs ya tenía un pañuelo para mi. Al igual que yo, parecía un poco pálida.

-¿Estás bien? - Pregunté con voz rasposa.

-Con un poco de terapia, quizá.

-Este sitio es salvaje. - Murmuró Duncan. - Incluso para mí y saben que amo las películas de acción.

-...