Capítulo 13.

Lilian.

El cuello de Duncan era un asco para cuando me tranquilicé lo suficiente como para dejar de moquear.

-¿Te encuentras mejor? - Preguntó él y yo me sentí culpable.

Duncan solo había sido amable desde que lo conocí y ahora estaba yo aquí, sin importarme que me cargara y viera mi berrinche m...