A veces nuestros corazones se interponen

—Dioses, ¿cómo pude pensar alguna vez que yo era el que te destruía? —Tántalo soltó una risa tensa—. Has sido tú quien me ha estado destruyendo todo el tiempo.

—Pararé si me lo ordenas —murmuró ella, con los ojos brillando de travesura mientras sus poderes se enfrentaban. Sonrió, moviéndose lentame...