Capítulo 41

Cuando me despierto al día siguiente, me siento entumecida. Vacía por dentro.

Los gritos de Hailey aún resuenan en mis oídos.

—¿Qué demonios, Alex?! ¿Por qué la tratas así, eh?! ¡¿Sabes cuánto tiempo te estuvo buscando?! ¡Fue una de las pocas personas que nunca dejó de pensar que estabas vivo! ¡Incl...