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El día estaba precioso, el sol estaba en lo más alto, el cielo estaba completamente azul; era casi perfecto, todo se veía tan irreal.

— ¿El día está precioso, no? — preguntó alguien a mis espaldas.

Yo me di la vuelta y le sonreí a Stephano. Él hoy se veía tan bien, era como un ángel.

— Está como pa...