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Apenas llegamos a la casa, yo corrí a la habitación, me encerré en el baño y me observé. Mi rostro y cuerpo estaban empapados de la sangre de ese hombre, mi vestido blanco se veía rojo. Toqué mi pelo e igual que mi cuerpo, estaba empapado en ella.

— No deberías pensar tanto en lo que pasó — Me dijo ...