41. Acto de cobardía


—¡Asesino! —eran las palabras llenas de dolor y odio que Lorna le gritaba a su padre esposado, el cual estaba siendo llevado por agentes de policía —¡Eres un maldito asesino! ¡La mataste!.

El hombre no decía nada. Su mirada estaba vacía, como si no estuviera cuerdo. Miraba como su hija era tom...