¿Querida?

—Bienvenida, siéntete libre—. Bianca habla en cuanto entro en la habitación, forzando una sonrisa amable.

La tomo en serio, con una de mis cejas arqueadas. Después de todo, ¿qué hacía Bianca dando la bienvenida a todos los que entraban en la habitación, como si fuera la anfitriona? Entro en la habi...