Estándar

—¿No qué? —Filipe me mira confundido y un poco asustado por mi petición.

—Por el amor de Dios, Felipe, no seas como los demás —respondo en voz alta pero suplicante—. No quiero sentirme como un objeto nunca más —hablo y demuestro mi cansancio con la voz.

—¿Cómo es eso? —Filipe se levanta y parece o...