El odio que había que alimentar

—¿Estás segura de que te sientes bien? —Vidia me sigue hasta mi habitación—. Puedo llamar a un médico o podemos ir al hospital —sugiere por tercera vez.

—No será necesario, Vidia, solo quiero descansar —digo mientras me quito la ropa, demostrando todo mi cansancio en mi voz y expresión—. Quiero tom...