Actitudes que sorprenden

Philip no mostró nada. No me miró asustado ni hizo ningún chiste gracioso. Philip continuó tumbado en el suelo, con la mano sobre los ojos. Sabía que no estaba durmiendo, tal vez solo estaba cansado.

—¿Qué haces aquí? —pregunto de nuevo, mirándolo mientras me quito el maquillaje.

—Buenos días para...