Capítulo 29

Me desperté con un dolor punzante en la cabeza. No abrí los ojos porque sabía que el dolor empeoraría. Sentía como si toda mi sangre hubiera dejado mi cuerpo y estuviera flotando. Mi corazón latía a un ritmo constante y mi respiración era regular. Intenté moverme, pero mi cuerpo parecía estar sujeto...