La oferta

—Vete al carajo— maldijo antes de ordenar a sus hombres que se retiraran.

Su mano había comenzado a sangrar debido a toda la fuerza que aplicó mientras intentaba quitarse el reloj de la muñeca. La expresión de "te lo dije" era evidente en mi rostro.

Una parte de mí se sentía mal por lo que estaba ...