Noqueado

Todo se veía tan borroso, y lo peor de todo, mi cabeza latía como si el martillo de Thor hubiera caído sobre ella. Si hubiera sido así, ya estaría muerta. Me desperté aturdida, sintiéndome diez veces más débil de lo normal.

—Oh cielos —murmuré y logré girar la cabeza.

Y ahí estaba él, mirándome co...