Cuidado con Gladys

Al día siguiente.

Eran las 8 de la mañana cuando llegué a casa y me encontré con una Tiffany enfadada. Conduje hasta la entrada y la vi sentada en la puerta. Por un momento, me asusté al pensar que había estado despierta toda la noche esperándome, pero al acercarme noté sus ojos somnolientos.

—Bue...