Capítulo ochenta y siete

Enzo

Hace tres días.

Las balas volaban por todas partes mientras hombres de todos lados empezaban a salir de la nada en la autopista. Los hombres de mi padre se apresuraban a la escena y todo lo que podía hacer era recostarme contra el coche, apretando los dientes mientras las ventanas se rompía...