Capítulo 30

Él la miró con desdén, aparentemente dudoso pero curioso.

—No. —Ella pasó los dedos por la máscara de seda blanca, dándole un momento—. Es medianoche, todos están dormidos, estamos solos y no va a pasar nada malo.

Él levantó las cejas.

—¿A quién intentas convencer? —Tomó la máscara de sus manos, ...