Mundo

Él

Instantáneamente me arrepentí de haber entrado en su apartamento. Mis rodillas temblaron al inhalar su aroma familiar. Melocotones.

Un escalofrío recorrió mi espalda y me giré para mirarla de nuevo.

Sus ojos avellana eran hipnotizantes. Intensos. Y sus pequeños labios estaban entreabiertos. ...