Capítulo 7

Elena

Mañana es el día de la presentación, pero no estaré aquí. Esta noche voy a descubrir qué es lo que esta escuela está ocultando y luego tengo que huir.

—¡No puedo creer que lo logramos! —dice Ellie emocionada—. Vamos a encontrar a nuestra familia. Me da pena que no nos veamos mucho más.

Quiero decirle que no nos volveremos a ver nunca más, pero está tan feliz. Sigue hablando de lo increíble que será todo hasta que dice buenas noches y cae en su habitual sueño tranquilo. Me acerco al pequeño escritorio que todas compartimos y le escribo una nota rápida.

*Ellie,

Lamento no haber podido despedirme, pero está pasando algo. Tanto que no puedo escribirlo todo aquí. Todo lo que puedo decir es que creo que Olivia tenía razón, y voy a intentar descubrir la verdad. Te deseo toda la felicidad del mundo y que encuentres tu final feliz. ¡Que la Diosa esté contigo!

Elena*

Luego saqué la pequeña bolsa de cosas de debajo de mi cama, me puse los zapatos y agarré la tarjeta de acceso que he estado escondiendo bajo mi colchón. Esto es una locura, lo sé. No he visto lo suficiente... no he aprendido lo suficiente para justificar lo que estoy haciendo, pero algo en mi instinto me dice que hay algo muy mal. Por un segundo considero olvidar todo, pero la imagen de esas bolsas para cadáveres siendo llevadas se me pasa por la mente. La gente está muerta. Tengo que averiguar cómo y por qué nadie parece saber o importarles.

Con mi determinación de vuelta, me colgué la bolsa al hombro y salí silenciosamente de mi habitación. Me detengo en la puerta por un segundo, miro a Ellie y considero decirle para que venga conmigo, pero no lo hago. Mañana tendrá una nueva vida y se irá de este lugar para siempre. Me doy la vuelta y la dejo dormir, y me dirijo por el pasillo hacia las escaleras. Está tan tranquilo como siempre, así que bajo las escaleras corriendo y me detengo detrás de mi escondite habitual. Hay un gran reloj a unos pocos pies de distancia al que le echo un ojo.

Después de observar el ascensor durante tanto tiempo, sé que nadie sale hasta alrededor de las diez. Supongo que porque piensan que todos estamos dormidos ya que nuestro toque de queda es a las ocho. Aunque he visto a muchas personas entrar y salir, no sé exactamente cuántas personas hay ahí abajo, así que todo lo que puedo hacer es esperar que no sean más de las que he visto. Una cosa que no he visto, sin embargo, es a personas vestidas de una manera que indique que son algún tipo de seguridad. Todos han sido personas con batas de laboratorio y los dos hombres que sacan los cuerpos.

Con suerte, eso significa que podría colarme sin que nadie note que estoy allí. Si no me están buscando, entonces no me verán... tal vez.

Espero el sonido de la hora en punto y cuando el reloj hace un fuerte 'dong', corro hacia mi escondite más cercano al ascensor. Justo a tiempo para que varias personas con batas de laboratorio salgan. Hoy hay cuatro de ellos, que es el máximo que he visto salir de una vez. Eso significa que solo seis personas han salido, a menos que otros lleguen y se vayan antes de que yo pueda venir o mucho después de que me vuelva a la cama.

Una vez que las personas están fuera de vista, espero dos minutos más y corro hacia la puerta. Sostengo la tarjeta de acceso sobre el panel y parece que pasan minutos antes de que la luz se ponga verde y escuche el sonido del ascensor moviéndose. Las puertas se abren poco después y me apresuro a entrar. Mi corazón está acelerado, pero me acurruco lo más lejos posible en la esquina. No es que haga mucho para esconderme, pero lo hago de todos modos. Las puertas del ascensor se cierran y se pone en marcha de inmediato. El viaje hacia abajo es corto y pronto las puertas se abren de nuevo. Tan pronto como lo hacen, mi mente se queda en blanco y mi boca se abre de asombro.

Salgo de mi estado de shock cuando la puerta del ascensor comienza a cerrarse y no tengo más opción que correr a través de las puertas antes de que se cierren. Me detengo directamente frente a las puertas y escaneo la habitación. Hay un largo pasillo que va en ambas direcciones, pero frente a mí hay una gran sala abierta dividida en secciones por paneles de vidrio. Por toda la sala hay una variedad de equipos de laboratorio. La mayoría de los cuales no puedo nombrar ni adivinar para qué podrían usarse. El sonido del ascensor moviéndose de nuevo hace que mi corazón se acelere y miro a mi alrededor para encontrar un lugar donde esconderme.

Solo tengo dos opciones para ir, pero solo tengo una fracción de segundo para elegir, así que voy a la izquierda. Un gran tramo de la pared sigue después de la sección del laboratorio y cuando miro por el pasillo veo varias puertas y grandes ventanas entre ellas. Me mantengo pegada a la pared y vigilo las puertas del ascensor. Cuando las puertas se abren, varias personas salen, pero están tan ocupadas hablando que no se giran para mirarme. Una vez que están fuera de vista, me muevo más abajo por el pasillo, manteniéndome lo más cerca posible de la pared hasta que llego a una de las ventanas.

Inclino la cabeza solo un poco para ver qué hay dentro y tengo que cubrirme la boca con la mano para detener el sonido de mi jadeo o es un sollozo. No estoy segura. La habitación es larga y grande con paredes blancas y camas. Filas de camas llenas de... mujeres. Cada cama tiene una mujer acostada de espaldas con los ojos cerrados y algún tipo de fluido conectado a ella. Algunas de ellas tienen vientres redondeados mientras que otras no. Están embarazadas...

Mis ojos escanean cada rostro que puedo ver desde donde estoy, pero ninguno me resulta familiar hasta que...

La bilis sube por mi garganta cuando veo un rostro familiar... Olivia. Mi compañera de cuarto enérgica está acostada en una cama completamente silenciosa e inmóvil. ¿Qué le están haciendo? No tengo la oportunidad de mirar por mucho tiempo porque una mujer vestida con un vestido blanco y llevando una tabla de clip se gira hacia la dirección donde estoy parada y podría verme.

Olivia... no la enviaron lejos... ¡la encerraron aquí abajo! ¿Está dormida? ¿Por qué la tienen aquí?

Escucho otro sonido en el pasillo y pies arrastrándose en mi dirección. ¡Maldición, necesito esconderme, pero estoy parada en medio de un pasillo vacío! Me arriesgo a revisar la siguiente puerta que encuentro, pero está cerrada. Corro a la siguiente y trato de abrirla con mis ojos fijos detrás de mí. La puerta se abre y hago un sonido suave de alivio antes de apresurarme a entrar y cerrar la puerta detrás de mí. Caigo al suelo y me apoyo contra la pared más cercana tratando de mantenerme oculta mientras la persona que escucho pasa. No miran por la ventana y se alejan rápidamente. Me quedo quieta por unos momentos, respirando profundamente, pero escucho un sonido y mis ojos se abren de golpe.

Cuando corrí a la habitación no miré a mi alrededor, pero ahora puedo hacerlo y estoy más confundida de lo que estaba hace un minuto. La habitación es similar a la que estaban las mujeres, pero esta tiene... cunas. Cunas vacías. ¿Es aquí donde guardan a los bebés que tienen esas mujeres? ¿Por qué?

Mi mente vuelve a un momento en que vi a esos dos hombres llevando una pequeña bolsa para cadáveres... Pero ese cuerpo no era tan pequeño como un bebé. Tenía que haber sido un niño mayor, pero no veo a ningún otro niño aquí. Deben estar en otro lugar, entonces ¿por qué estas cunas están vacías?

Escucho un sonido de nuevo y me levanto lentamente solo lo suficiente para correr hacia el final de la fila de cunas. Con una rápida mirada hacia la ventana y la puerta de la habitación, me levanto y miro dentro de la cuna. Unos ojos grandes me miran y una calidez se extiende por mi pecho haciéndome frotar el área con confusión. Nunca he sentido algo así antes, pero no es importante ahora. No cuando hay un cachorro de lobo mirándome. Nos miramos el uno al otro no sé por cuánto tiempo cuando escucho voces. Me agacho para esconderme detrás de la cuna, pero mis ojos están fijos en el cachorro.

Hay algo en él...

—¡Tenemos una brecha! —alguien grita y me muevo antes de poder pensar en lo que estoy haciendo.