Hasta que la muerte nos separe

Se encontraban en el altar de una pequeña y sencilla iglesia. Ninguno de sus amigos, familiares o personas más cercanas a ellos estaba presente. Parecía que la boda se estaba convirtiendo cada vez más en un juego porque solo ellos dos eran testigos.

Lucia sostenía un ramo de rosas blancas con manos...