Capítulo 46

David

Sus gritos resonaban en mi mente, una y otra vez, como un eco infinito que desgarraba mi pecho con precisión, llevándose todo lo que tenía con una sola bala.

La vi ser arrojada a la furgoneta como un pedazo de carne, escuché cómo gritaban y se alejaban a toda velocidad antes de que la multitu...