Capítulo 43

Mi teléfono sonó de nuevo y sonreí al ver el mensaje.

—¿Te gusta el helado, Cenicienta? Pediré uno cuando regreses.

Suspiré, Ben era un rayo de sol en medio de toda esta tormenta.

—Menta con chocolate y no olvides el topping —respondí.

—Somos lo que comemos, mujer ardiente.

Reí sola en la calle...