Lo siento

—¡P-perdón!

¿Mi corazón...? ¿Estaba latiendo rápido al ver lo linda que se veía con su vestido?

—¡D-Daven!

Esa voz... ¿me llamó por mi nombre con esa voz tan atractiva?

Mis ojos se encontraron con los suyos, como si esta vez la hubiera escuchado.

Sus mejillas son como cerezas.

Lindas y regorde...