Terco

La brisa fría que pasó por su frágil figura, que yacía en la cama, alborotó su largo cabello y sus ojos se abrieron.

Sintiendo que el calor sobre su mano se alejaba, parpadeó cuando sintió sus labios contra su cabeza.

—Volveré, amor.

Saliendo de la oficina de la enfermería, Daven sacó su teléfo...