Noventa y cuatro

Beckie

—Cassie...—solté a Mariano tan pronto como me di cuenta de que ella estaba allí, sintiéndome de repente extremadamente avergonzada. ¿Cómo iba a explicar eso ahora?—¿No estabas durmiendo?—le pregunté, mientras ella se sujetaba la cintura y nos miraba a Mariano y a mí con una mirada de juicio....