CAPÍTULO DIECINUEVE

TERCERA PERSONA

Eran las nueve de la mañana y ella aún dormía. Haylen y Madeline habían entrado para hacer revisiones de rutina y ver si había alguna mejora, y jurarían que habían visto un tono rosado en la piel de su mano y cara.

Duncan y Joe, por otro lado, querían atribuir el descubrimiento a f...