47. Momento de pasión (2)

Por otro lado, no podía quitarme de encima la sensación de que nos estaban observando, y los pelos de la nuca se me erizaron. Era un pensamiento estúpido. Nadie sabía dónde estaba. Al salir de casa, le envié un mensaje a mamá diciéndole que me iba por unos días y que no intentara buscarme. Después d...