La prueba final

El agua se desbordaba en el fondo. Habíamos olvidado cerrar el grifo. Ahora era demasiado tarde, ya que el único sonido que captaba nuestra atención era el chasquido y succión de nuestros labios y bocas.

Estaba sentada en el regazo de Nathan, y mis manos rodeaban la nuca de su cuello. Ya no había l...