Capítulo 40

—¡Oh, espera! —dije y corrí de vuelta a mi habitación. Fui a mi armario, agarré los dos libros sobre profecías y volví con Wyatt, que estaba esperando en el pasillo—. Los libros de profecías —y se los mostré. Wyatt asintió, tomó los libros de mis manos y me agarró la mano.

—¿Por qué estás nerviosa?...