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—Si te atreves a acercarte a lo que es mío otra vez, te prometo una muerte insoportable y horrible. ¿Me entiendes?

Ella asintió, solo podía asentir ya que estaba sufriendo de los dolores.

Sintiéndome satisfecho, la dejé caer al suelo. Todos estaban sorprendidos, era normal, llevaba meses viviendo ...