Capítulo treinta y siete

Capítulo 37: (Sin editar)

A medida que la noche comenzaba a caer, una quemazón empezó a hacerse presente en mi abdomen bajo. Supongo que esto era todo. Iba a perder a mi lobo.

Dejé escapar un suave gemido de dolor, mientras la quemazón se volvía más intensa. Tenía que aguantar. Tengo que hacer est...