Capítulo veintiocho

Capítulo 28:

Me acosté en la suave cama en silencio mientras las palabras de Reese resonaban en mi cabeza. No pude pegar ojo durante mi siesta de la tarde.

—Te amo.

¿Realmente me amaba? Sus brazos se posaron sobre mi cuerpo, acercándome a su cálido pecho. Tenía miedo de enamorarme de él, de entre...