Capítulo 86:Imbécil

Kadeem

El roce de sus labios contra los suyos era como satén. Suave, seductor... pero, extrañamente contenido.

Pero su Ardal no tenía nada de contenida. Ella mostraba cada emoción, cada pasión sin reservas.

Se apartó, sin aliento y confundido, tratando desesperadamente de resistir la tentación de m...