Capítulo 64: La imagen

Ardal

La mano de Kadeem se entrelaza con la mía y una calidez familiar me inunda. Cinco niños ríen y gritan a unos metros de distancia, pero se convierten en un murmullo de fondo.

La luz ámbar de la tarde se derrama por las ventanas, resaltando los rasgos cincelados de Kadeem y sus ojos marrón ch...