Capítulo 59: Presagios punzantes

Kadeem

El amanecer rosado brillaba a través de las ventanas de la tienda de donas. Mateo arrancó la tapa de plástico de su taza de café, liberando una nube de vapor.

—Quiero saber todo sobre tu beta.

Kadeem suspiró y se hundió en su asiento.

—Déjalo ya —dijo, tomando un sorbo de su propia taza d...