Capítulo 30

Silencio.

Más silencio.

Y luego más y más y más...

El mundo estaba quieto como si todo el cosmos contuviera la respiración. El único sonido era el tic-tac amortiguado del reloj de pie y el pesado latido del corazón de Dagmar. Sus ojos permanecían clavados en el cuerpo frente a ella, esperando con...