La redención de Lucifer

Lucifer

Con cuidado, tomé a Uriel de mi hombro y la coloqué en mi regazo, sentándola en la pequeña mesa de picnic de madera. Uriel insistía en que esta fiesta debía ser divertida, como una gran fiesta de cumpleaños, y no exagerada. Y así fue, simple, con las características divertidas de una fiesta...