32. Entonces que así sea.

BEA

Mientras nadie se molestaba en prestarle atención a Bea, ella se alejó del centro del drama. La Princesa ya no podía escuchar las constantes discusiones y a todos tratando de demostrar su punto. Ambos bandos se culpaban mutuamente, pero nadie le prestaba a Bea un segundo de atención para qu...