Capítulo diez

Lilly

Ya es de mañana cuando abro los ojos. Puedo ver la luz del sol asomándose a través de las pesadas cortinas y escuchar a los pájaros piando afuera. Parece un día encantador.

Me siento en la cama suave. No puedo recordar cuándo y dónde me quedé dormida. Aun así, estoy segura de que no me acosté por mi cuenta. Quizás, Lucas me llevó una vez más a la cama. Sonrío inconscientemente ante ese pensamiento.

Tener a alguien que te cuide, se siente realmente bien.

Miro alrededor de la habitación para ver si Lucas está aquí. Anoche, cuando me desperté, él estaba sentado en el sofá jugando Flappy Bird en su teléfono. Sin embargo, Lucas no está aquí. En su lugar, veo un recipiente de comida, un vaso de leche y una nota escrita a mano en el cajón cerca de la cama.

Extiendo la mano y veo que el gran recipiente tiene gelatina de chocolate dentro. Tomo la nota y la leo.

Lilly,

Encontré esta gelatina de chocolate en el refrigerador anoche. Es muy deliciosa. Asegúrate de comerla y también de beber tu leche.

Estaré en el estudio. Tendremos una reunión sobre el ataque de anoche. Ven y únete a nosotros cuando estés lista. He asignado a alguien para que te acompañe al estudio, estará esperando fuera de tu puerta.

Tómate tu tiempo, esta reunión probablemente será larga.

P.D. Fui yo quien comió una parte de tu gelatina.

Lucas

Su letra es ordenada. Pero, ¿gelatina, eh? Parece que le encanta la gelatina. Incluso la mencionó dos veces en su carta.

Me imagino al serio Alfa comiendo gelatina de chocolate y jugando Flappy Bird. No puedo evitar reírme ante la idea.

El reloj en el tocador dice que ya son las siete de la mañana. Esto me sorprende un poco porque nunca me había despertado tan tarde antes. Usualmente, mi día comienza a las cinco y media de la mañana. ¿Quizás es por la interrupción de mi sueño anoche? ¿O tal vez... es porque esta cama en la que dormí es realmente suave?

Decido tomar una ducha primero antes de comer. Camino hacia el baño y encuentro un conjunto de camiseta y pantalones cortos cuidadosamente doblados. Mirando los tamaños, probablemente sean de Lucas.

Debería volver a casa y recoger mis cosas ya que probablemente voy a vivir aquí a partir de ahora.

Este baño realmente se ve bien. Todo está tan limpio y la ducha caliente es estupenda. Esta habitación en la que me estoy quedando debe ser una de las habitaciones de invitados que la manada mantiene para algunos invitados importantes. Una sonrisa se dibuja en mi rostro cuando pienso que podría estar quedándome en esta hermosa habitación a partir de ahora. ¡Ja! Ventajas de ser la compañera del Alfa, ¿eh?

Después de limpiarme, comí la gelatina de chocolate y bebí la leche que Lucas preparó para mí. Es un poco dulce, pero con la combinación de la leche fresca, sabe genial. Solo que, no estoy tan segura de comer gelatina de chocolate para el desayuno.

Como estoy pasando un buen rato, casi olvido que hay alguien esperando por mí fuera de la puerta. Han pasado treinta minutos cuando finalmente abro la puerta y veo a Tristan esperando pacientemente.

¿Lucas le pidió a su beta que me esperara mientras él está conduciendo una importante reunión de la manada?

Tristan me nota y me da una buena mirada. Sus cejas están ligeramente arqueadas, como si estuviera bastante sorprendido por algo. Después, me da una pequeña sonrisa.

—Buenos días, Luna. ¿Tuviste un buen desayuno?

Vaya. No estoy acostumbrada a que alguien sea tan amable conmigo.

—Sí... Perdón por hacerte esperar —respondí torpemente.

—No fue problema. Estoy seguro de que el alfa no comenzará los temas importantes hasta que lleguemos —me responde mientras me indica que camine a la izquierda.

—Um, sí —es la respuesta más inteligente que puedo reunir.

Estamos caminando por el pasillo cuando Tristan me hace una pregunta extraña.

—Entonces, ¿te gustó la gelatina de chocolate?

¿La gelatina de chocolate? Lo miro y no respondo. ¿La olió cuando la estaba comiendo?

Veo los hombros de Tristan temblar mientras aprieta los labios, como si estuviera tratando muy duro de no reírse histéricamente. Esta reacción me da curiosidad, así que le pregunto:

—¿Pasó algo?

Con esta pregunta, Tristan ya no puede contenerse y se ríe tan fuerte. Pasan unos segundos y yo solo lo miro mientras él trata de contener su histeria. Cuando finalmente puede detenerse, se aclara la garganta antes de responderme:

—Digamos que el alfa hizo un esfuerzo para conseguirla —es su única respuesta.

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Acabamos de llegar frente a la puerta cuando de repente se abre.

Un guerrero de la manada a quien reconozco de nuestra escuela la abrió. Nos mira, me da una larga mirada, antes de abrir la puerta de par en par para que podamos entrar.

El "estudio" no es realmente un estudio. Es más bien una gran sala de conferencias. En este momento, hay alrededor de cincuenta personas dentro, todas ellas ocupan altos cargos en la manada. Me siento un poco intimidada cuando todos me miran con una expresión de sorpresa en sus rostros. Algunos levantan las cejas. Algunos incluso tienen la boca un poco abierta. Veo a mi padre sentado en el fondo de la sala, sus ojos se entrecierran al verme.

¿Es realmente tan sorprendente que haya venido aquí?

—Lilly —escucho a Lucas llamarme. Miro a la izquierda y lo veo sentado en una gran silla en el centro de la larga mesa. Extiende su mano hacia mí y, inconscientemente, voy hacia él.

Cuando estoy a su alcance, Lucas toma mi mano y me da un dulce beso en los nudillos. Siento que mis mejillas se sonrojan y un leve escalofrío recorre mi columna debido a su acción.

Veo a Tristan sacar una silla al lado de Lucas y me indica que me siente.

—Siéntate, Lilly. Te estábamos esperando —me dice Lucas. Agradezco a Tristan y me siento en mi silla. Tristan encuentra su lugar y se sienta cerca de su padre. Instintivamente bajo la cabeza cuando me encuentro con los ojos del Beta Peters. Lucas ciertamente notó mi pequeña acción porque su agarre en mi mano se volvió más fuerte.

La tensión en la sala aumentó y sé que es por mi acción. No puedo hacer nada más que aclararme la garganta y apretar la mano de Lucas.

Solo pasan un par de segundos cuando Lucas rompe el intimidante silencio.

—Ahora que tu Luna y Tristan están aquí, podemos comenzar con los asuntos importantes. ¿Beta Peters?

El Beta Peters se aclara la garganta. Su rostro está un poco rojo. Toma una respiración profunda antes de comenzar a hablar.

—Sí. Alfa, antes de comenzar, ¿puedo hablar de algunos asuntos primero? —le pregunta a Lucas.

—Adelante.

—Gracias. Siempre he estado orgulloso de ser miembro de nuestra Manada de la Niebla Negra, y durante años he estado sirviendo a nuestra manada mientras el Alfa estaba ausente —dice.

—Ahora, nuestro Alfa ha llegado y mi hijo, Tristan, está más que listo para tomar mi lugar. —Se escuchan murmullos alrededor de la sala. Tristan, el más afectado por esto, solo mira calmadamente a su padre. Deben haber hablado de esto ya.

Lucas también está calmado. Bueno, siempre está calmado.

—Entiendo —dice Lucas. Tristan se pone de pie al lado de su padre y lleva su puño sobre su corazón. Lucas también se levanta. Toma mi mano, indicando que yo también debería levantarme. Justo después de eso, todos en la sala también se levantan.

—¿Aceptas? —Lucas le pregunta solemnemente a Tristan.

—Sí —responde Tristan. De repente, se siente un poderoso cambio de poder en el aire. Miro a Tristan, quien se arrodilla ante Lucas y ante mí. Su puño sigue al lado de su corazón. En este punto, Lucas muestra una rara pequeña sonrisa en su rostro.

—Levántate, Tristan, Beta de la Manada de la Niebla Negra —declara Lucas. Tristan se levanta y, a nuestro alrededor, los ojos de los miembros de la manada se oscurecen mientras se inclinan en dirección a Tristan. Los ojos de Tristan también cambian, indicando que su lobo ha salido a la superficie.

—Gracias, Alfa —le responde a Lucas, luego me mira a mí—. Luna —me reconoce mientras me mira a los ojos. Me sorprendo cuando veo el color de sus ojos.

Era azul oscuro, el color es tan oscuro que es casi negro.

Tomo una respiración profunda.

He visto estos ojos antes.

Pero... no puedo recordar dónde los vi, o cuándo. Solo cuando siento la mano de Lucas en mi cintura me doy cuenta de que Tristan, y todos, están esperando mi respuesta.

—...Beta Tristan —asiento con la cabeza en su dirección. Tristan sonríe y asiente de vuelta.

—Tío Peters, quiero agradecerte por supervisar la manada en mi ausencia. Tu servicio a la manada, y a mí, son incomparables —dice Lucas.

Es la primera vez que escucho que llaman así al Beta Peters. De hecho, no solo yo, sino todos dentro parecen sorprendidos por la forma en que Lucas se dirigió al ex Beta.

Los ojos del Beta Peters se humedecen. Luego, lleva su puño cerca de su corazón antes de hacer una pequeña reverencia a Lucas.

—Hice lo que pude. Pero... no soy digno de tu gratitud, alfa —dice y me mira.

—Los asuntos con Lilly son diferentes del servicio que prestaste a la manada —responde Lucas—. Además, eras un amigo cercano de mi padre —añade suavemente.

Siento una abrumadora emoción proveniente del ex beta mientras baja la cabeza como si se sintiera exhausto.

—Tendremos la ceremonia oficial para Tristan, así como mi inauguración formal y la de Lilly como tu alfa y luna más tarde. Lo discutiremos más tarde cuando se traten los asuntos relacionados con el ataque de anoche —ordena Lucas.

Los miembros de la manada murmuran sus respuestas.