Capítulo 96

Armonía

—Extiende tus garras para mí —pidió dulcemente, aunque él dudó.

—No creo que sea una buena idea... Si te dejo una marca, el maestro sin duda me castigará —dijo con un poco de preocupación.

—No tengo intención de tocarlas. La pintura está en la punta de esto —le mostró el pequeño aplicador...