Capítulo 11

Xaxas

—Bueno, alteza, deberíamos irnos. Mañana tenemos un turno doble —gruñó Jerold, y según entendí, era una patrulla de 16 horas por la ciudad.

Le estreché la muñeca.

—Te diría que te cuides, pero tampoco puedes morir. Así que, en cambio, espero que mantengas la paciencia.

Él se rió.

—Lo hare...