Conclusión

Capítulo 24

—¿Estás loco, Heimon? —pregunté incrédula mientras reía, no podía creer lo absurdo de su declaración—. Es un buen chiste, Heimon.

Heimon me miró preocupado.

—Luna... Te estoy diciendo la verdad.

Reí una vez más antes de cambiar mi expresión a una más seria.

—No, no tengo planes de...