Capítulo noventa y siete: Lucha, parte 3

Ambos miramos a nuestro compañero que yace allí, sin vida. Siento las lágrimas empapar mi mejilla, pero las olvido al mirar a Fedori, que sigue allí, observando nuestra reacción. Puedo ver la sorpresa en su rostro mientras mira entre Atenea y yo, que ahora estamos desunidas.

Justo cuando Atenea y y...