Capítulo ochenta y uno: El mar

Llegamos a la orilla aproximadamente una hora después de haberla visto desde la colina. Afortunadamente, el camino hacia abajo no fue difícil ni incómodo, la mayor parte siendo cuesta abajo nos ayudó a llegar más rápido.

Montamos el campamento a unos metros de la arena. Dejo mi mochila en el suelo ...