Capítulo veinte: El lobo

Detengo a ambos tan pronto como él dice eso. Me giro para mirarlo mientras siento que la sangre se drena de mi rostro.

—Espera, ¿qué? Pensé que íbamos a volver al hospital después de un paseo—. Empiezo a sentir pánico. Creo que es un poco temprano para que conozca a su familia. Apenas conozco al ho...