Capítulo ciento siete: Hora de cuentos

Me quedé con Lukas el resto del día y toda la noche, viendo cómo poco a poco salía de su caparazón y sus respuestas mejoraban. Podía notar que le llevaría mucho tiempo recuperarse mentalmente por completo, pero yo, entre otros, lo ayudaría.

No habíamos discutido lo que hicimos durante el tiempo que...