Continúa el epílogo

Merigold

Llevo aproximadamente una hora en mi habitación antes de que trajeran a las niñas. Justo después de eso, entraron mis hermanos. Apenas hay espacio para respirar aquí con todos apretujados. Estoy sosteniendo a ambas niñas y no puedo creer lo diferentes que son. —¿Tienen nombres? —pregunta V...